Apartamentos Turísticos Spiritmar

Apartamentos comodísimos, con amplios espacios (eran dos habitaciones), camas un poco pequeñas para nuestro gusto pero confortables y terraza con vistas al mar. Tienen toallas, sábanas y menaje de cocina. Tanto el servicio de recepción como el de limpieza son muy eficaces y muy amables. ¡ Para repetir!

Para empezar podrían avisar de que la recepción cerraba de 14:00 a 16:00, avisé con 3 semanas de antelación de que íbamos a llegar a las 13:30/14:00 y llegamos allí y estaba cerrado (aviso para el que tenga pensado ir). El complejo en si, medio destruido, casi todas las barandas de ladrillos rotas, los ascensores hacen ruidos muy raros y tardan mucho. Tema piscina, ARREGLARLA!! Que no se cuantas personas se cortaron porque el gresite de la piscina estaba roto, hay socorrista pero como si no existiera, le daba igual todo, había muchísimos niñatos (por llamarlos de alguna manera) que se tiraban como burros y eso a los que están en el agua, molesta, por no hablar de que al estar la cancela abierta, allí puede entrar y salir quien le dé la gana y había gente bañándose que no se alojaban en los apartamentos. No vuelvo a ir.

La ubicación de los apartamentos es muy buena, a escasos 100 mts de la playa. Dicha playa, está bastante bien, con Restauración, aseos y socorristas. Hay mezcla de arena y piedras o chinos, pero no de gran tamaño. Eso a mi me gustó, aunque eso ya es muy personal. Y la temperatura del agua ni fría ni caliente, no como en Málaga o Granada en estas fechas, que es como una sopa. Y lo más importante, ni una medusa. También se puede disfrutar de su piscina, con horario de descanso durante la siesta, que es de agradecer. Y parece ser que el sistema de filtrado no es con cloro, osea que otro punto positivo. El personal bastante amable en el trato. Los apartamentos necesitan una buena reforma: -Si pretendes afeitarte o maquillarte, llévate una linterna, porque no se ve nada en el baño con la luz tan pobre que tiene. Y además no hay ni un solo espejo más en todo el apartamento. -El Wi-Fi funciona muy irregularmente. -Las sillas de madera del comedor carecen de cojín, por lo que son incomodísimas. -A las almohadas de las camas de 90, no se les puede llamar almohadas, porque parecen los cojines que les faltan a las sillas, ya que son pequeñas y muy finas. -La cama supletoria que facilitan, excelente, porque no es un plegatín, sino un somier de 90 con su colchón correspondiente. -El menaje es suficiente y adecuado. -La tabla para planchar mide 50 cms y con ella solo se podría planchar ropa interior. -Si pretendes cenar en la terraza, tienes que apagar los aires acondicionados, ya que los compresores se encuentran en la terraza, y en vez de apuntar al exterior, están orientados hacia la mesa de la terraza. Un sinsentido. -Las sábanas suministradas parecen de una cuna, ya que no tienen el largo ni el ancho para cubrir las camas de 90. Y tampoco son sábanas, sino fundas de edredón. -Frigorífico con un tamaño mediano adecuado. -Electrodomésticos correctos.

Me llevé mi propia almohada porque iba a residir durante un mes. El día que me marchaba entregué la tarjeta en recepción y cargué el coche. 15 minutos más tarde me doy cuenta que he dejado mi almohada dentro. El recepcionista me comenta que entre, que estaba el personal de limpieza dentro. Llegó, se lo comento a la limpiadora y me asegura que no está. Insisto, entro y efectivamente no estaba. ¿Cómo ha desaparecido una almohada en 15 minutos? Estamos hablando de un objeto con un tamaño considerable como para que se pierda de esta manera.